28 de febrero de 2014

ESCAPADA A PUERTO RICO



Creo que una de las mejores cosas que se puede hacer en esta vida es viajar.


Puerto de Culebra


Es cierto que tal y como está la economía, viajar es un lujo que mucha gente no se puede permitir. 

Yo he intentado apañarmelas siempre, aunque fuera en plan económico, saliendo solamente un fin de semana, durmiendo en un camping y comiendo tortilla de patatas que llevaba hecha de casa. 

Afortunadamente, los tiempos han cambiado y el Dr. Marido y yo tenemos la "suerte" de estar viviendo ahora en un país en el que se puede trabajar, por lo que podemos ahorrar y escoger unos destinos más lejanos a la hora de viajar.

Esta vez ha sido Puerto Rico, nuestra primera experiencia caribeña. Y qué os puedo contar...ya entiendo porque la gente que se obsesiona con el Caribe. 



Llegando a Culebra en avioneta


La experiencia ha sido sobrecogedora, el cambio de temperatura, el sol, el color del mar, los sonidos de la selva, la amabilidad de sus gentes...y la comida. Nada más llegar a Culebra, nuestra primera parada, ya sabía que quería volver.


Pido perdón por las fotos, pero estando en modo vacaciones con una iluminación pésima y usando el móvil a modo de cámara de fotos, no he podido plasmar los platos con la calidad que se merecen.


La gastronomía de Puerto Rico es única: una mezcla de cocina europea (sobre todo española), africana y taína, llena de platos sabrosos y contundentes. La yuca, el plátano verde y maduro, el coco, el arroz y las judías secas o frijoles se utilizan en una infinidad de preparaciones. 

No puedo contaros mucho más sobre esta cocina, solamente que me ha encantado y que pienso aprender a preparar algunos platos, aunque no cuente con la excelente materia prima que tienen en Puerto Rico.




El Yunque



Aperitivos



Me he quedado prendada de un plato muy fácil de preparar, al menos en apariencia: los amarillos o plátanos maduros fritos. El  sabor y el aroma de este plato es una delicia. 

Amarillos


La única duda que tengo es qué tipo de plátano maduro usan: ¿es el que comemos crudo o el que hay que cocinar? 
Debería haberlo preguntado...


El Ceviche, plato de origen peruano, ha sido otra de las exquisiteces de las que hemos podido disfrutar. El cilantro y lima se utilizan para marinar el pescado crudo, generalmente mero. Probamos dos versiones una de mero y otra con mero, gambas (camarones) y calamares cocinados.

Ceviche de camarones, calamar y mero







































Ceviche de mero acompañado de tostones. Realmente sabroso.









































Otro plato delicioso, al que estoy enganchada desde la primera vez que lo probé en los E.E.U.U. son los Crabcakes o pasteles de cangrejo. Los que probé en el Dinghy Dock estaban espectaculares.

Horrible foto. Maravillosos Crabcakes.









































Para compensaros por el sufrimiento de ver estas pésimas fotos, os voy a mostar una genial de cuando estuvimos buceando en Playa Tamarindo, cortesía del Dr. Marido. 


Tortuga Verde o Peje Blanco. Especie protegida.








Playa Tamarindo es una zona protegida bañada por el Mar Caribe donde se puede hacer snorkel. La zona de corales es impresionante, toda una explosión de vida submarina.
Pero si lo que quieres es ver tortugas, tienes que explorar la zona de algas, que es adonde van a pastar.



Platos Pricipales


Lo bueno de tener amigos que ya han estado en Puerto Rico es que te ayudan con información muy útil que no se puede encontrar en los libros ni guías de viaje. Yo, como obsesa de la gastronomía, me quedé con esta: "pide Chillo, es Pargo Rojo. Lo sirven entero frito, pero no te preocupes, en Puerto Rico saben como freír el pescado" 

Chillo frito con Tostones. No tengo palabras...

Al probar este pescado me teletransporté hasta Cádiz. Dios, cómo echo de menos el pescado fresco de mi tierra.

Lo que veis al lado del pescado son Tostones, una fritura crujiente hecha a base de plátano verde (plátano macho) frito dos veces. Son una guarnición equivalente a las patatas fritas en España, van bien con todo. El plátano verde, para los que no lo hayáis probado antes, no es dulce y tiene una textura similar a la patata.




 
También tuve la oportunidad de probar el Mahi-Mahi o Dorado, muy rico, con un sabor que recuerda un poco al del pescado azul aunque en realidad es pescado blanco (según la información que he podido encontrar en la red).


Flipándolo en colores al ver el Mahi Mahi después de mi primer Bushwacker.


El arroz con habichuelas es otro tipo de guarnición muy popular en Puerto Rico.

Que conste que esta terrible foto fue tomada tras probar mi primer Bushwacker, un cóctel delicioso y traicionero a partes iguales, muy popular en la isla. Os aconsejo no tomarlo con el estómago vacío.


Y por último, el plato de los platos, la maravilla de las maravillas, el descubrimiento que hace que tenga ganas de volver a Puerto Rico cada vez que lo recuerdo: El Mofongo de Yuca con Marisco.



Mofongo de Yuca y Marisco en el Mamacita's

 
El Mofongo tradicional se elabora con plátanos verdes y se puede servir solo, como guarnición o relleno. Es muy sabroso, pero tal vez un poco pesado para mi gusto, ya que el plátano se usa frito y se le vuelve a añadir manteca o mantequilla para terminar de hacer el Mofongo.

La versión que probamos en el Mamacita's es una más moderna, elaborada con yuca en vez de plátanos. Sinceramente, no sabría cómo definir el sabor de este plato. Solo recuerdo que fue espectacular. En cuanto probé el primer bocado sabía que iba a ser imposible de reproducir con la materia prima que puedo encontrar en los supermercados de Invernalia, así que me dejé llevar...


Dulces

La cocina caribeña no deja mucho sitio para el postre, aunque los que probamos estaban muy ricos, en especial un pastel de plátano que nos acabamos antes de que pudiera acordarme de hacerle una foto...sorry!

Este Pastel de Chocolate, Nueces y Coco, denso y extremadamente dulce, me sorprendió muy gratamente. 

Pastel de Chocolate, nueces y coco.

Es curioso que el coco rallado que se puede encontrar por América (al menos en los sitios en los que yo he estado) es mucho mas grueso e hidratado que el "polvillo" que encontramos en España. Es una pena que no sea una entusiasta del coco, porque parece que el de aquí es bastante bueno.


Y para terminar, otro gran descubrimiento, que intentaré aprender a hacer: Los Quesitos.

Quesito

Si es que ya os lo dije, soy amante de la comida fea. Cero elegancia, cero adornos y un sabor y textura fantásticos. El más rico fue el que me comí en Pan Deli.

El hojaldre es ligero y crujiente, con una generosa capa de azúcar y un poco de almíbar por encima. En el interior, la cantidad justa de una crema de queso ligeramente salada que contrasta con el dulzor del exterior. En cuanto terminas de comértelo, ya quieres otro...o cinco más.

Y con este dulce final, termino de contar mis experiencias gastronómicas en Puerto Rico. Espero que os haya gustado.

Os dejo el sonido de la rana coquí, con el que nos quedábamos dormidos los días que estuvimos en la selva.

¡Hasta pronto!




Abierto algunos días, el resto cerrado.































12 de febrero de 2014

BOMBONES DE PRALINÉ DE AVELLANAS



Esta entrada esta dedicada a todos los que os vais a meter en el berenjenal de atemperar chocolate, preparar un relleno delicioso y elaborar vuestros propios bombones caseros. Bienvenidos mis valientes.

Os aseguro que quién pruebe estos bombones va a quedarse extasiado con el resultado. La combinación de avellana y chocolate, ya sea negro, blanco o con leche, es una apuesta segura. Yo he optado por el chocolate con leche para obtener un bombón cremoso donde el praliné es el protagonista.





Es cierto que en el caso de los bombones, la apariencia sí importa. Además de contar con un molde para bombones, es aconsejable darles un toque extra para conseguir una decoración que deje a todo el mundo con la boca abierta. Hay quien recurre a otro tipo chocolate para dar un contraste de color aunque yo he utilizado pintura dorada en spray de la marca Wilton  para rociar el molde antes de comenzar a hacer los bombones.

Recordad que la calidad del chocolate es clave para obtener un buen resultado, aquí no hay trucos que valgan. Yo he vuelto a apostar por la marca Lindt y como siempre, he quedado muy satisfecha.



¡Empezamos!



Nivel de dificultad: medio-alto
Tiempo de preparación: Unas 2 horas aproximadamente, contando los tiempos de reposo
Equipamiento: Molde para bombones, robot de cocina o accesorio picador para hacer el praliné. Termómetro de cocina para atemperar el chocolate. Espátula de silicona para remover el chocolate. Espátula o rasqueta recta para retirar el chocolate sobrante del molde.


Ingredientes para 15 unidades

Para el praliné de avellanas:

125g de avellanas tostadas
100g de azúcar

Para los bombones:

Pintura dorada comestible o chocolate blanco
150g de Chocolate con leche 


Preparación


1   Elaboramos el praliné en cazo pequeño a fuego medio-alto: derretimos el azúcar hasta conseguir un caramelo sin tostarlo en exceso y a continuación añadimos las avellanas y las mezclamos con el caramelo durante unos segundos. Vertemos el caramelo y las avellanas en una superficie resistente al calor para que se enfríen por completo. Debemos tener mucho cuidado a la hora de manipular caramelo, no nos vayamos a quemar. 



2   Una vez el caramelo y las avellanas se hayan enfriado por completo, lo troceamos y lo trituramos con un robot de cocina o el accesorio picador de la batidora. Comenzamos a triturar hasta obtener un polvo fino, con cuidado de que la mezcla no se caliente mucho (en tal caso, meter en el frigorífico unos 5 minutos). Seguimos batiendo y haciendo reposos, hasta que el polvo se transforme en una pasta líquida. Removemos bien y reservamos.



3   Pintamos el molde para bombones con pintura dorada o chocolate blanco intentando que quede un patrón irregular, o sin cubrir por completo y lo reservamos. En mi caso, he tenido que pasar una servilleta húmeda con cuidado por la base del molde, ya que la pintura tiene que estar en el hueco de los bombones, no en el resto de la superficie. De esta forma evitamos mezclar la pintura con el chocolate sobrante que retiremos con la espátula o rasqueta.

  Ahora toca atemperar el chocolate, el paso más delicado. Hay que tener en cuenta que los profesionales trabajan el chocolate con unas condiciones de temperatura específicas, así como con unos productos de muy alta calidad. Es prácticamente imposible reproducir ni las condiciones de trabajo, de almacenamiento, ni los resultados en una de nuestras cocinas.
El chocolate se templa para que una vez se haya enfriado tenga una textura lisa y brillante. Cada chocolate tiene una temperatura de atemperado específica, en el caso del chocolate con leche, buscamos una temperatura final de 29ºC o 30ºC. En este enlace podéis leer con más detalles cómo atemperan el chocolate los profesionales. Como no tengo una encimera de mármol, seguí los consejos de Webos Fritos

  • Derretimos dos tercios del chocolate en el microondas, parando cada 30 segundos para remover con una espátula de silicona, hasta que se haya derretido por completo. Si derrites el chocolate al baño maría, mucho cuidado de que no le caiga ni una gota de agua.

  • Añadimos el resto del chocolate para bajar la temperatura y removemos hasta que todo el chocolate se haya derretido por completo. Comprobamos la temperatura y enfriamos hasta llegar a los 29º C o 30ºC. 


5   Vertemos el chocolate en cada uno de los huecos del molde para bombones hasta cubrirlos por completo. Golpeamos el molde contra la encimera o con una espátula en el lateral para distribuir bien el chocolate y liberar las burbujas de aire. 
Preparamos un cuenco u otro recipiente limpio y retiramos el exceso de chocolate del molde con la espátula o rasqueta para dejar solo el chocolate en los huecos. Volcamos el molde hasta colocarlo boca abajo sobre el cuenco. Es importante que la capa exterior del bombón no sea ni muy gruesa ni muy fina. Retiramos el chocolate sobrante de nuevo con la rasqueta. Tapamos con un poco de papel film y metemos el molde en el frigorífico unos 10 minutos o hasta que el chocolate se haya solidificado. 




  Sacamos el molde del frigorífico y rellenamos los huecos de los bombones con el praliné, dejando un hueco para la base de chocolate del bombón. Enfriamos de nuevo 10 minutos.




7   Recuperamos la temperatura del atemperado anterior en el chocolate con ayuda del microondas y repartimos el chocolate restante para tapar los bombones. Retiramos el exceso de chocolate de nuevo con la rasqueta. Tapamos con film de nuevo y dejamos los bombones reposando en el frigorífico unos 30 minutos antes de desmoldarlos.


8   Desmoldamos de un golpe en la encimera y listo. Conservar en un lugar fresco o en un recipiente hermético en el frigorífico.



Consejos




  • Si te apetece preparar una receta más sencilla, prueba a hacer unas Trufas.
  • No te agobies y disfruta del proceso: el olor del chocolate, la elaboración del praliné casero, la "limpieza" de la espátula cuando hayas terminado...

  • Utilizad un molde especial para bombones, no hagáis como yo, que utilicé uno para caramelos. Se desmoldan muchísimo mejor. 

  • Los restos de praliné los guardáis en el frigorífico en un bote de cristal. Utilizadlo como relleno de crepes, galletas o pasteles.


  • Es mucho más fácil trabajar el chocolate en un ambiente fresco.

  •  Todos los utensilios que utilicemos deben estar limpios y secos. Agua + chocolate = mala combinación.


  • Prueba diferentes combinaciones de pralinés y chocolates.

  • Sé realista: ni somos profesionales con esto del chocolate ni falta que hace para tener un detalle bonito con los amigos, la familia o la pareja.






 Fuentes de información: Chocolatísimo.es  y Webos Fritos

6 de febrero de 2014

PAN DE ARROZ



Mi falta de organización en la cocina (ojalá solo fuera en la cocina...) me ha llevado hasta la receta de hoy: Pan de Arroz, o mejor dicho, pan de molde blanco elaborado con arroz cocido. 





Si señor, se me fue la olla y se me pasó el arroz (literalmente, no nos vayamos a confundir). Estaba haciendo unas fotos para el blog y hablando con mi hermana por Skype a la vez que hervía un montón de arroz...vamos, que se veía venir. 
Como odio tirar comida, me puse a buscar recetas y consejos en la red para reciclar arroz pasado, hasta que me di cuenta de que en uno de mis libros sobre pan, The handmade loaf, aparecía justo la receta que estaba buscando... ¡bien, otra excusa para hacer pan!

Los resultados me han dejado anonadada: un pan suave, tierno, aromático (un olor que me recuerda a los gusanitos). Todo esto siguiendo una receta muy sencilla, sin ingredientes extravagantes y en la que según el maestro Dan Lepard hay que amasar ¡20 segundos en total! 
Este pan entra dentro de la categoría de "panes automáticos" por clasificación própia. No me digas que no tienes ganas de probarlo.



 Nivel de dificultad: Fácil
 Tiempo de preparación: Unas 3-4 horas, dependiendo de la temperatura ambiente.




Ingredientes para un pan de molde de 23x13 centímetros

180g de arroz hervido
200g de leche a 20ºC
1 cucharadita y1/4 de levadura fresca desmenuzada. Si usas levadura seca (liofilizada) de panadero, un poco menos de 1/2 cucharadita.
30g de miel clara o sirope de agave
300g de harina panificable o harina de fuerza
9g de sal


Preparación


1   Mezclamos la leche, la levadura, el arroz y la miel en un cuenco o jarra. En otro cuenco de mayor tamaño, mezclamos la sal y la harina. Añadimos la mezcla de leche a la de harina y mezclamos con las manos o con una pequeña rasqueta. Yo suelo mezclar con la mano derecha mientras sujeto el cuenco con la izquierda. Cuando no queden restos de harina seca dejamos de mezclar, tapamos el cuenco con un plástico o trapo limpio húmedo y dejamos reposar la masa 10 minutos. No olvidéis retirar los restos de masa de vuestras manos y depositarlos en el cuenco, si no, estaréis tirando una parte del pan.

2   Mientras la masa reposa, preparamos una superficie para amasar limpia y seca. Añadimos un poco de aceite para que la masa no se pegue mucho, aunque os advierto de antemano que es muy pegajosa (don't panic!) y amasamos unos 10 segundos. Preparamos otro cuenco (o limpiamos y secamos el que acabamos de utilizar) y lo embadurnamos con aceite. Colocamos la masa dentro del cuenco, y retiramos con un cuchillo o rasqueta los restos que se hayan quedado pegados en la encimera para unirlos a la masa. Tapamos y dejamos reposar otros 10 minutos.



3   Mientras la masa reposa, podemos limpiar de nuevo la encimera o embadurnarla con un poco más de aceite. Volvemos a amasar unos 10 segundos y formamos una bola con la masa. La volvemos a depositar en el cuenco, la tapamos y la dejamos reposar una hora en un lugar cálido (entre 21ºC y 25ºC). Cuando hayan transcurrido 30 minutos del reposo, estiramos y plegamos la masa dentro del cuenco como si hiciéramos un paquete. Es mejor verlo en este vídeo, a partir del primer minuto (1:20 segundos).

4   Una vez la masa haya aumentado su volumen, la volvemos a depositar en la superficie de trabajo untada con aceite y la desgasamos, es decir, la amasamos ligéramente hasta desinflarla. Formamos una bola con la masa y la tapamos con un cuenco o un trozo de papel film pincelado con aceite y la dejamos reposar 5 minutos o hasta que la masa se relaje de nuevo. Mientras tanto, forramos el molde con papel de hornear para evitar que el pan se quede pegado en él.

5   Aplastamos la masa ligéramente y le damos forma antes de colocarla en el molde. Se puede hacer de varias maneras, doblando la masa sobre si misma un par de veces, por ejemplo, o como tal y como podéis ver en este vídeo. No os agobiéis si se os pega mucho, echad aceite en vuestras manos, en la superficie de trabajo e intentad darle forma como podáis. Una vez tengáis la masa en el molde, hay que esperar a que casi doble su tamaño, entre 1 y 2 horas dependiendo de la temperatura ambiente. La masa debe reposar tapada para que no se forme una costra en el exterior que impida su expansión. Yo opto por taparla con otro molde del mismo tamaño colocado boca abajo a modo de tapadera.


Masa lista para hornear


6   Cuando veamos que a la masa le queda un rato para estar lista, precalentamos el horno a 210ºC (410º F). Horneamos el pan con vapor a esta temperatura durante unos 20 minutos. Es importante que los primeros 15 minutos de horneado se hagan con vapor para que el pan crezca dentro del horno. Yo soluciono este problema horneando el pan los primeros 20 minutos con el otro molde puesto encima a modo de tapadera o usando una olla con tapadera apta para el horno. Puedes generar vapor de muchas formas: con un pulverizador de agua, echando agua sobre una bandeja colocada en la base del horno... aquí podrás encontrar mucha más información sobre este tema.
Tras los primeros 20 minutos, bajamos la temperatura del horno a 190ºC (375º F) y continuamos con el horneado durante otros 20 minutos sin vapor. Yo tuve que bajarlo a 180ºC porque mi horno americano tiene más potencia de la cuenta. Una vez haya transcurrido este tiempo el pan estará listo y la cocina tendrá un olor maravilloso. Esperar 15 minutos antes de sacarlo del molde y dejarlo enfriar sobre una rejilla.


Consejos


  • Creo que esta receta de pan funciona muy bien para principiantes porque es sencilla y rápida, para ser una receta de pan. Además, con poco esfuerzo consigues un pan de molde casero riquísimo. Es cierto que tenemos que meterle mano a una masa bastante pegajosa pero compensa porque este pan se hace prácticamente solo.

  • No todas las harinas tienen la misma capacidad de absorción. Las harinas que venden por aquí en E.E.U.U. admiten mucho líquido, por lo que es aconsejable no añadir toda la leche de una vez e ir observando lo que admite la masa. De todas formas me me reafirmo como amante de las masas de alta hidratación. Para mi siempre es mejor un poquito más de líquido que menos. De todas formas, hay que tener en cuenta que cada pan es diferente y en este caso, prefiero que la masa esté más pegajosa de la cuenta a que este muy seca y acabar sacando un ladrillo del horno. Observa, practica y sigue tu propio camino panarra.

  • Suelo retardar la fermentación en la nevera para mejorar el sabor del pan. Si te animas a probar, reduce a la mitad la cantidad de levadura y en el paso 3, en vez de dejar la masa reposando 1 hora, métela en la nevera tras el plegado a los 30 minutos. Guarda la masa en un recipiente hermético untado con aceite en el frigorífico y déjala allí toda la noche. Al día siguiente, sácala un par de horas antes para que se atempere y sigue haciendo el pan a partir del paso 4. Si te organizas bien es incluso más sencillo, ya que es el pan el que se adapta a tus horarios y no al revés.

  •  Esta receta se puede hacer usando un molde Pullman de 10 x 27 centímetros cambiando las cantidades: 150g de arroz cocido, 150g (o 170g) de leche, 25g de miel, 250g de harina, 6g de sal y 1 cucharadita de levadura fresca (usa una tercera parte si es seca).
     
  • Ya sabéis, si teneis dudas, escribid en los comentarios.